LA AEROSTACIÓN DE LA GRAN GUERRA

El 21 de noviembre de 1783, Pilâtre de Rozier y el marqués de Arlandes subieron a un globo aerostático, un globo de aire caliente, y el 1 de diciembre siguiente, con la ayuda de un globo de gas (hidrógeno), una charlière. Sin embargo, se necesitaría un siglo para hacer el vuelo dirigible, el primer aerostato capaz de un circuito cerrado (9 de agosto de 1884), La France, siendo desarrollado por ingenieros militares. Sin embargo, la madurez de este modo de locomoción aérea todavía tardará mucho tiempo en alcanzarse. Treinta años más tarde, en los albores de lo que se convertiría en la Gran Guerra, nació la aviación. El globo amarrado sigue siendo un observatorio ideal del campo de batalla. Y el globo dirigible, a pesar de su fragilidad ante el mal tiempo, el peligro de su gas inflamable y la colosal infraestructura que requiere, es útil para los militares. Si es lento, puede llevar a cabo largas misiones...